Catedral Metropolitana de Guadalajara


En el corazón del centro histórico de la ciudad de Guadalajara, se encuentra uno de los tesoros mejor resguardados de los tapatíos, la Basílica de la Asunción de la Santísima Virgen María, mejor conocida como la Catedral de Guadalajara.

Este templo es sagrado por muchas razones, aquí se encuentra el relicario de los mártires, ésta es una vitrina en la que se exhiben los restos óseos de 23 de hombre célebres por defender la religión durante la guerra cristera, debido a tales hechos, fueron beatificados en 1992 por el entonces Papa Juan Pablo II.

La Catedral de Guadalajara comenzó a levantarse en el año 1568 por mandato de Felipe II, rey de España, culminando su construcción en 1618. Sin embargo, con el paso del tiempo ha sufrido transformaciones diversas, ha sido víctima de varios terremotos, dos de los cuales le dejaron casi en ruinas por lo que fue necesaria su reconstrucción.

Hoy en día y después de otros ataques naturales, la cúpula se encuentra a desnivel e incluso algunas partes se encuentran huecas, pero eso no le quita belleza a su interior, pues es posible apreciar el altar mayor que simboliza la resurrección de Jesucristo con simbolos que representan la justicia y la luz.

Otro de los atractivos de este sitio es la cripta de los Arzobispos, situada justo debajo del coro, donde por cierto se encuentra el segundo órgano más grande de la república mexicana, en esta cripta se encuentran los restos de aquellos dirigentes católicos que al morir dejaron sus cuerpos intactos y sin daños.

Entre los tesoros mejor guardados en este templo, resaltan por su importancia una pintura de la Santísima Concepción, una escultura de la Virgen de la rosa, el cristo de marfil, así como algunas otras pinturas al óleo.



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